La temporada en la que suele descender la temperatura, es la época en la que muchas personas suben de peso al dejar de lado su preocupación por verse esbeltas y satisfacer muchos antojos que a la larga los hacen subir de peso de forma significativa; esto sumado a la menor actividad física que realizan.
La tendencia a querer comer más, sobre todo chocolates y grasas, se debe a que la sensación de frío provoca una reacción normal del cuerpo por querer nivelar su temperatura.
En esta época, aquellos que se cuidaban durante el verano dejan de hacerlo, tampoco realizan actividad física y por querer mantener el calor corporal, tienen más apetito y recurren a consumir alimentos de alto contenido energético como chocolates y grasas con lo cual aumentan de peso.
Lo recomendable en estos casos es que se debe consumir siempre alimentos variados y nutritivos durante el día, respetando los horarios de comida y evitando los excesos.
Se debe aumentar el consumo de frutas y verduras por lo menos 5 porciones al día, de diferente variedad y color, (considerando las fuentes de vitamina A C y D). Utilizar de preferencia aceite vegetal en las comida, y disminuir las grasas de origen animal, consumir carnes como pescado, pavo y pollo, aumentar el consumo de leche de preferencia de bajo contenido graso.
Del mismo modo, se debe reducir el consumo de sal, moderar el consumo de azúcar y consumir diferentes variedades de panes, cereales, harina, féculas y legumbres, prefiriendo los productos integrales. Beber de 6 a 8 vasos de agua diarios y adicionalmente aumentar la actividad física.