Saber que puedes ayudar y no hacerlo. Caer en la absoluta indiferencia de quienes deberían intervenir, olvidando que es una vida la que se va apagando, sin tener la oportunidad de disfrutar de este mundo, paso a paso, corriendo, jugando, haciendo lo que un niño de ocho años realiza. Así transcurren los días de Diego postrado en u sofá, donde su único consuelo es saber que tiene una afligida abuela que, implora la apoyen a cambiar esta realidad.
Diego sufre Hidrocefalia, desde de una edad muy temprana, pero su caso empezó a convertirse en hecho más grave durante el año 2009, cuando con el paso de los días perdió la independencia para caminar.
Para ser más explícitos sobre la enfermedad de tiene Diego. Dentro del cerebro existen unas cavidades llamadas ventrículos, en las que se produce un líquido que se conoce como líquido cefalorraquídeo (LCR), que tiene como fin proteger a los elementos del sistema nervioso (cerebro y médula espinal), actuando como amortiguador contra golpes y transportando las sustancias que se desechan. El LCR circula, pasando de los ventrículos hacia un espacio entre el cerebro y las capas que lo rodean y de ahí es «eliminado» hacia la sangre.
Cuando por algún motivo el volumen del LCR aumenta dentro de la cabeza y el cerebro, se produce aumento del tamaño de los ventrículos, lo que es conocido como Hidrocefalia. Esto produce un aumento de presión dentro de la cabeza, con sufrimiento para el cerebro.
Alertados por el Comité Cívico de Apoyo a la Policía Nacional del Distrito de Aucallama (Huaral), llegamos hasta su vivienda, quienes en el lugar, nos explicaron que la enfermedad estaba avanzando y podría ser irreversible, sin que la familia pueda hacer algo al respecto, por las precarias condiciones económicas en las que viven, donde la única actividad que les permite sostenerse es la realización de petates de totora.
Blanca Alzamora Sánchez, integrante del Comité Cívico, nos indicó que la enfermedad que padece nuestro personaje, recientemente ha tenido respuesta de parte de los miembros del Rotary Club, quienes han ofrecido una válvula (un sistema de drenaje que tiene como fin llevar el exceso de LCR que hay en el cráneo a otra zona del cuerpo donde es reabsorbido, los sitios más comunes son el abdomen y el corazón), que según el diagnóstico médico es la solución para mejorar la salud de Diego.
Contando con la válvula. S/. 30,000.00 mil nuevos soles es lo que se necesita para que los médicos procedan a efectuar la operación y hacer que el rostro de este niño de ocho años vuelva a sonreír, puede disfrutar de la vida, tal como la hacen las personas de su edad.
Es importante que la solidaridad de personajes de la política, autoridades y empresarios se pongan de manifiesto, no permitamos que la indiferencia mate los deseos de vivir de Diego, hagamos que la palabra solidaridad tenga un significado real.