La cocina peruana continúa posicionándose como una de las más reconocidas a nivel global, gracias a su incomparable mezcla de sabores autóctonos y técnicas tradicionales. En esta ocasión, Taste Atlas, una autoridad en clasificaciones gastronómicas, ha ubicado al Perú como líder en su ranking de las mejores salsas del mundo, incluyendo a cuatro de sus preparaciones entre las 20 más destacadas. Encabezando la lista se encuentra el ají criollo, elogiado como la mejor salsa del planeta.
Ají criollo
En el primer lugar del ranking global destaca el ají criollo, una salsa sencilla pero llena de sabor. Para prepararla, se combina ají amarillo fresco, aceite vegetal, ajo, sal y limón. Estos ingredientes se licúan hasta obtener una textura cremosa. Poco a poco ajustar el nivel de picante según la cantidad de ají utilizada. Este condimento acompaña a la perfección carnes, pescados y frituras.
Crema de rocoto
Ubicada en el cuarto lugar, la crema de rocoto sobresale por su picante característico. Para prepararla se requiere rocoto fresco, leche evaporada, queso fresco, galletas saladas, ajo y aceite. Después de retirar las semillas del rocoto para moderar el nivel de picante, se licúan todos los ingredientes hasta obtener una consistencia homogénea. Este acompañamiento es ideal para ceviches, carnes a la parrilla o incluso papas sancochadas.
Salsa a la huancaína
En el décimo lugar figura la salsa a la huancaína, un clásico de la gastronomía peruana. Su preparación incluye ají amarillo, cebolla, ajo, leche evaporada, queso fresco y galletas saladas. Se saltean los ingredientes sólidos antes de licuarlos con el resto, obteniendo una mezcla cremosa y suave que suele servirse con papa sancochada o como aderezo para pastas.
Salsa criolla
Finalmente, en el puesto 13 está la salsa criolla, una de las preparaciones más frescas y fáciles de elaborar. Se mezcla cebolla roja cortada en juliana fina, ají amarillo en rodajas, jugo de limón, sal, pimienta y culantro fresco picado. Es una guarnición imprescindible para carnes asadas, anticuchos o chicharrones, y su frescura contrasta perfectamente con los sabores más intensos.