El complejo Arqueológico de Rupac, se ubica en la jurisdicción de la comunidad campesina “San Salvador de Pampas”, distrito de Atavillos Bajo, provincia de Huaral, Región Lima – Provincias.
En este importante complejo arqueológico, se puede apreciar un conjunto de edificaciones de piedra, Marca Kullpi. Luego, aparece el imponente y extraordinario Rupac. Este maravilloso Complejo Arqueológico, es también conocido como el «Machu Picchu limeño», debido a las hermosas y sorprendentes edificaciones de piedras talladas perfectamente, de hasta 10 metros de altura, en perfecto estado de conservación, y construidas en la cima de una alta montaña de 3400 m.s.n.m. con una impresionante vista sobre todo el valle.
Algunas investigaciones señalan que estas impresionantes construcciones pertenecen a la cultura del Reino de los Atavillos y el Estado Peruano a través del Instituto Nacional de Cultura, lo ha declarado como “PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION”.
Sin duda, el complejo arqueológico de Rupac se ha convertido en el nuevo destino turístico para propios y extraños, por ello es necesario CUIDARLO, CONSERVARLO Y DIFUNDIRLO.
¿CÓMO LLEGAR A RUPAC?
Para llegar allí, además del viaje en auto, hay que caminar unas 3 horas desde la localidad de Pampas, por lo que muchos amantes del trekking asisten para disfrutar de los hermosos paisajes y atardeceres que embellecen la vista del valle, además de las nubes que dan la impresión de que se encuentran solo debajo de tus pies.
Rúpac es una buena muy buena opción para distraerse, cumpliendo con todos los protocolos de seguridad, para llegar a este hermoso lugar tienes que seguir estos pasos.
Si vienes de Lima, tienes que viajar primero hacia la provincia de Huaral, un promedio de dos horas. Una vez que llegues a este destino, se recomienda tomar un colectivo hasta Pampas .Desde ahí seguirás la ruta a pie a Rúpac.
El recorrido ofrece lugares para acampar y pasar la noche para quienes deseen disfrutar del bello amanecer en medio de un paisaje fotográfico. Te recomendamos llevar contigo carpa, bolsa de dormir, zapatillas de trekking, ropa abrigadora y cómoda y una botella de agua.
La mejor época para visitar este sitio arqueológico es durante los meses de verano, cuando el cielo está más despejado y se puede apreciar mejor los hermosos atardeceres que ofrece el lugar.