El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte Superior de Justicia del Santa (Áncash) dictó cadena perpetua contra un sujeto de 65 años que fue hallado culpable del delito contra la libertad sexual en la modalidad de violación sexual, en agravio de una menor de seis años.
Los execrables hechos fueron descubiertos por la madre de la agraviada cuando fue a recogerla a la vivienda de sus compadres, a quienes les confiaba su cuidado mientras se iba a realizar labores agrícolas en los campos huarmeyanos.
Grande fue la sorpresa de la mujer cuando su pequeña hija le reveló que su padrino Clemente Calderón le realizaba tocamientos en el cuerpo. De inmediato, la desconcertada mujer denunció al depravado en la comisaría de Huarmey, procediéndose a su detención.
Calderón de La Cruz negó siempre haber tocado a la niña y menos abusado de ella, señalando que todo se trataba de una venganza porque le prohibió a la denunciante que continuara sembrando espárragos en un terreno de su propiedad.
No obstante, el testimonio de la niña en la cámara Gesell siempre se mantuvo firme y sindicó a Clemente Calderón como la persona que abusó de ella.
Por unanimidad, los integrantes del Juzgado Penal Colegiad decidieron imponerle la máxima pena de cadena perpetua y fijaron el monto de la reparación civil en 50 mil soles.