Las evidencias arqueológicas de un sector importante de la Ciudad Sagrada de Caral (3000 – 1800 a.C.), ubicado en el valle de Supe, provincia de Barranca, región Lima, corren el riesgo de perderse debido a que se ha invadido esta propiedad del Ministerio de Cultura.
Los invasores, provenientes de la Ciudad de Barranca, construyeron casas precarias durante la pandemia, cuando por medidas de precaución el campamento de los arqueólogos fue cerrado. Ahora, luego de la fallida recuperación del terreno el viernes 18 de diciembre del año pasado, han comenzado a remojar y arar el lugar para hacerse pasar por agricultores y sorprender a las autoridades.
Gracias a los trabajos que se han estado realizando en Caral, desde 1995, por el equipo de profesionales de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora del Ministerio de Cultura, se sabe que este importante sector de Caral, denominado Chupacigarro, está conformado por edificios piramidales, plazas circulares hundidas, muros con monolitos, conjunto de recintos, terrazas y cementerios.
Todas estas invaluables evidencias arqueológicas, patrimonio de la Nación y de la Humanidad, están con amenaza de destrucción de parte de la familia Solís Saavedra, quienes aducen ser propietarios de los terrenos invadidos y continúan haciendo caso omiso a los pedidos de la ZAC de retirarse de la zona, así como dejar de regar y arar los terrenos, destruyendo la evidencia existente.
ANDINA