Efectivos de serenazgo encontraron a dos mujeres bebiendo licor y que para más comodidad se habían instalado alrededor de una mesa, en plena vía pública, sin ningún respeto por las medidas de bioseguridad y distanciamiento social.
Se encontraban en la vereda al frente de su vivienda y fueron obligadas a desmantelar su improvisado bar callejero, con el que no solo daban mal ejemplo de comportamiento cívico, sino también falta de respeto al estado de emergencia y alerta sanitaria.