Un efectivo policial se encontraba en un restaurante del terminal de Puno, cuando en ese momento ingresó un indigente a pedir limosna a las personas obteniendo el rechazo absoluto por su condición pero , un loable y buen policía que se encontraba también alli le invitó a su mesa y le invitó desayuno. Conversaron un rato y al final le dio una propina. Comentaron los trabajadores.
El efectivo policial prefirió mantener su nombre en reserva cuando se lo preguntaron