Hace diez meses, un ingeniero ambiental murió de 14 puñaladas en su vivienda, en Cañete. Luego de una investigación policial, se descubrió que fue víctima de una banda criminal presuntamente liderada por una joven venezolana que captaba a profesionales para robarles, en complicidad con otros delincuentes.
De acuerdo a las autoridades, la joven venezolana era un anzuelo que captaba a las víctimas. El modus operandi era enamorarlos para luego, junto a su banda, asaltarlos, dijo la PNP.
“Es una agrupación dedicada al robo agravado. Hay una fémina implicada, aparentemente venezolana. Capta a sus potenciales víctimas, entabla una amistad, logra su confianza y en el momento propicio, logra el golpe”, manifestó el coronel Marco del Águila, jefe de la División de Homicidios de la Dirincri.
Videos mostrados por el programa Domingo al Día detallan los minutos previos al asesinato del ingeniero Mariano Rodríguez Padilla (27) y cómo sus pertenencias son retiradas de su vivienda por los hampones.
En mayo del 2018, Mariano había conocido a una joven de 26 años aproximadamente. Según sus amigos, había salido con ella durante dos semanas.
El ingeniero ambiental trabajaba en una empresa de Cañete, vivía con sus padres en Cerro Azul, pero esporádicamente se quedaba en su otra casa de San Vicente, donde se encontraba con la joven. Unos audios enviados al celular de Mariano corroboran que ella lo buscaba a altas horas de la noche y que, por su voz, efectivamente se trataba de una ciudadana venezolana.
Luego de un encuentro con el joven ingeniero, ella se retira en la madrugada. Un taxi la llevó al terminal de buses, en donde unas cámaras de seguridad lograron captarla con un hombre sospechoso. Ambos suben a un bus.
El 9 de mayo, día en que aparentemente ocurrió el crimen, Mariano acababa de cobrar su sueldo. Él llega a las 12:30 de la madrugada a su casa de San Vicente, en donde espera a la venezolana, pero ella se encontraba en el terminal de buses junto al mismo hombre visto el 6 de mayo.
Ellos se encuentran con un segundo sujeto que llega de Lima a las 2:46 horas. Luego, sube a un mototaxi, mientras que uno de sus cómplices aborda otra unidad. El tercer ciudadano se queda en el terminal.
Los dos se dirigen a la casa de Mariano. En las imágenes se observa cómo ella se dirige a la puerta, el joven ingeniero abre y su cómplice lo reduce.
Posteriormente, la mujer sale de la casa y deja en su interior a su cómplice, buscando en las cosas de valor. A las 3:37 horas, la joven regresa con un taxi y el otro sujeto. El primer hombre sale de la casa de Mariano cargando un televisor y sube al auto.
Finalmente, la mujer y uno de sus cómplices se bajan en la Plaza de Armas de San Vicente y posteriormente se dirigen hacia el sur.
El taxi deja al tercer ciudadano implicado en la agencia de transportes con el televisor cubierto en una manta, se cambia de ropa y aborda un bus rumbo a Lima.
El cuerpo de Mariano fue encontrado posteriormente por un inquilino de la casa.