Este trabajo elimina los huevos y larvas de la mosca de la fruta. Se debe realizar de manera continua o por lo menos 2 veces a la semana. Las frutas recolectadas deben ser enterradas en el suelo y cubiertas con una capa de tierra (aproximadamente 40 cm. de altura) y de esta forma, aseguramos que las moscas adultas no salgan a la superficie. El recojo y entierro de frutos, evita también, la propagación de diversas plagas y enfermedades.
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