Mientras en otras partes de Norteamérica y Europa están sufriendo temperaturas tan bajas como las que pueden encontrarse en Marte, al otro lado del planeta está ocurriendo todo lo contrario. Australia está experimentando una ola de calor tan intensa que ha provocado incendios, sequías y la mortandad de cientos de peces.
Según recoge News.au, las temperaturas están alcanzando niveles récord, sobre todo en el sur, donde se han registrado más de 46,6°C. En Port August, a unos 300 kilómetros de Adelaida, los termómetros marcaron la mínima más alta de la historia del país, con 24,6° y más al norte, en Nueva Zelanda la temperatura rozó los 35° C durante varios días.
Sin embargo, los humanos y mascotas no son los únicos afectados por las altas temperaturas. Hace unos días, decenas de caballos fueron encontrados muertos en la localidad de Teresa. Se sospecha que los animales murieron por deshidratación. Debido a que el pozo al que acudían a beber agua se había secado.
Así mismo, centenas de miles de peces de agua dulce fueron encontrados muertos en el río Darling, al sureste del país. Los científicos atribuyeron la situación a los débiles niveles de agua y oxígeno, así como a la aparición de algas y a la contaminación. El hecho ocurre pocas semanas después de la muerte de cerca de un millón de peces en esta región.
Las altas temperaturas en el país de los canguros están ocurriendo justo en el momento en el que el norte de planeta experimenta el llamado Vórtice Polar, el cual ha traído temperaturas de -36°C. Aunque aparentemente no existe una conexión entre ambos eventos, los últimos estudios han señalado que, a medida que el planeta se calienta, el clima se está volviendo más extremo.