El individuo de la foto fue sorprendido orinando en plena vía pública en la calle 28 de Julio en pleno centro de Huaral. Llegó, se paró a un costado de la mototaxi y como si estuviera solo en el mundo se puso a miccionar, sin pensar en las personas adultas o menores que puedan ver su inmoral y sucio acto.
Es casi imposible que una mujer haga tal cosa, pero los varones cotidianamente practican este grosero acto de orinarse en la vía pública, sin importarles la presencia de niños, mujeres y/o ancianos.
Orinar en la calle es una falta de respeto, una acción sucia y contaminante, que debiera ser reprimida por la policía y el serenazgo, con la detención del culpable y hasta el pago de una multa por los daños que ocasiona al ornato y aroma de la ciudad.-