Los pueblos prehispánicos usaban su corteza como medicina, lo que indujo al libertador Simón Bolívar a incluir a este árbol en el Escudo Nacional de Perú. Ahora la quina libra una batalla para sobrevivir.
Este árbol ancestral cuya corteza es materia prima de la quinina, un alcaloide antipirético, antipalúdico y analgésico, está en peligro de extinción.
La causa, dicen los expertos, es la desatención de las autoridades, que lo han dejado caer en el olvido al punto de que algunos peruanos lo confunden con el ficus o la quinua.
La quina también es materia prima del agua tónica y del amargo de angostura, que se emplea para preparar el pisco sour, el cóctel nacional de Perú.
Los primeros en usar su corteza para aliviar las fiebres y dolores fueron los pueblos precolombinos de los actuales Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, donde crece el árbol. Siglos después la quinina se usó para tratar la malaria.
El árbol crece hasta 15 metros en bosques húmedos entre 1,300 a 2,900 metros de altitud en las regiones peruanas de Piura, Lambayeque, Cajamarca y en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
«Perú cuenta con 20 de las 29 especies de quina que existen en el mundo, pero muchas de ellas ya son difíciles de hallar debido a la deforestación, degradación de los suelos y al crecimiento de las fronteras agrícolas», explica el ingeniero forestal Alejandro Gómez, quien ha dirigido proyectos de preservación.
«Su hábitat es muy frágil y están expuestos al exterminio por la quema de grandes extensiones de terrenos para sembrar café y otros cultivos, también por la calidad de su madera», precisa Gómez.
Sólo 500 ejemplares
El ingeniero José Luis Marcelo, docente de la Universidad Nacional Agraria, también da la voz de alerta: «Seis cinchonas (uno de los géneros de la quina) que solo crecen en Perú y tienen un alto contenido de quina, están amenazadas con desaparecer».
La Cinchona officinalis, el árbol del Escudo nacional de Perú, está bajo amenaza también por la ampliación de la frontera agrícola, que quita terreno a los bosques húmedos para usar esas tierras en cultivos.
Solo quedan entre 500 y 600 ejemplares de esta especie en el país, según el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Los especialistas vienen pidiendo desde hace años su protección al gobierno, al Congreso y a las autoridades regionales, sin ser escuchados.
«La Universidad Agraria cuenta con los equipos y los especialistas para un proyecto de empadronamiento y recuperación de este ícono del Escudo Nacional, pero se necesita financiamiento», explica Marcelo.
Ficus por quina
Un dato curioso es que el árbol frondoso que aparece en algunos escudos o banderas de Perú, que fabrican algunos productores textiles y venden comerciantes ambulantes durante las fiestas patrias, no es una quina sino un ficus, advierte el investigador Roque Rodríguez.