El pescador ocasional, Francisco LLiuya de 28 años de edad, que cayó ayer desde un despeñadero de casi 100 metros de altura, muy cerca de la playa Chacra y Mar en Aucallama (Huaral), hasta el momento no ha sido encontrado.
El joven agricultor, que en sus momentos disponibles se dedicaba a la pesca artesanal, se encontraba realizando esta actividad el sábado al mediodía, cuando de pronto rodó al abismo. Deja esposa y un hijo de 10 años de edad.
Sus familiares y vecinos del sector la Candelaria donde reside, se han dedicado a las labores de búsqueda, pero consideran que sus esfuerzos son insuficientes y pidieron la intervención de la Policía y la Marina de Guerra del Perú.