Entre las medicinas más vendidas del mundo encontramos las que sirven para tratar la artritis o la diabetes, ya que estas dolencias son bastante comunes y requieren dosis diarias. Pero tomando en cuenta las pastillas ocasionales, tenemos que la reina, la más famosa y vendida, es el Viagra. Uno dirá: ¿por qué no apareció desde que se empezó a desarrollar la industria farmacéutica? Pues porque la explicación médica de la erección fue errónea durante siglos. Se aseguraba que la erección se producía porque nuestro organismo decidía enviar más sangre al pene. Pero con el viagra se descubrió que era exactamente al revés: el sistema nervioso –liberando óxido nítrico en el tejido del pene– generaba la vasodilatación de sus arterias, que terminaba en una ‘succión’ autónoma de sangre por parte del pene.
El compuesto sildenafilo, vendido bajo el nombre de Viagra, por mencionar su presentación más famosa entre miles de píldoras genéricas, fue creado por casualidad. El accidente se dio queriendo producir un remedio para la angina de pecho. Los sujetos sometidos voluntariamente a las pruebas de este farmacéutico señalaron que estaban teniendo más erecciones de lo normal. Incluso se presentaron quejas al respecto. Los inventores del medicamento gritaron “¡eureka!” y perfeccionaron el compuesto, que sería comercializado en 1998 por la reconocida marca Pfizer como la solución para hombres con problemas de erección.
Hace más de dos décadas la disfunción eréctil era un problema sin remedio. El comentario de la BBC, en su artículo por el aniversario número 20 de esta droga, es clarísimo: “Antes del lanzamiento del Viagra, no había tratamiento oral para la impotencia. Ahora, gracias a un fracasado tratamiento para la angina de pecho, los hombres tienen otras opciones. Viagra es una de las drogas más recetadas del mundo”. Y así como las erecciones fueron el efecto secundario de un experimento, luego se descubrieron más efectos colaterales del Viagra.
Según un informe publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences, “la célebre pastillita azul contrarresta también los efectos del jet lag [fatiga y pérdida de lucidez mental luego de un viaje en avión de más de cuatro horas], además de los malestares producidos por cambios de turno laborales”. El viagra es muy efectivo contra los síntomas producidos por la alteración del ‘reloj natural interno’. También se utiliza para la hipertensión arterial pulmonar y algunas patologías relacionadas con la agilización del flujo sanguíneo.
Hoy el Viagra genera multimillonarias ventas por su uso recreativo; es decir, su consumo por parte de personas no impotentes para perfeccionar su performance sexual o para vencer el nerviosismo de la primera cita. Por ello en innovaciones recientes la pastilla se disuelve directamente en la boca.
El actor y ganador del Óscar, Michael Douglas, quien tiene 25 años más que su pareja, Catherine Zeta-Jones, dijo al Daily Telegraph: “Algunas mejoras maravillosas han sucedido en los últimos años: el Viagra, por ejemplo, puede hacer que nos sintamos más jóvenes”. Bob Dole, reconocido político estadounidense, en una entrevista con Larry King, declaró: “Es una gran droga. Creo que necesitamos aprender más sobre esto. Hay millones de hombres que sufren de impotencia”.
Mayormente, los famosos que hablan del Viagra lo hacen de forma indirecta. Como el astro del fútbol Pelé, que en épocas en que daba vergüenza admitir su uso, salía al final del comercial diciendo “Yo la usaría”. Pero en el mercado norteamericano, donde no hay complejos de ‘macho latino’, el célebre fundador de Playboy, Hugh Hefner, se refirió a ella como “una pequeña ayuda de Dios”.
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