Ambos generaron un vínculo especial cuando se vieron por primera vez
La siguiente historia te conmoverá. Se trata de un niño con un mal incurable que hace siete años fue adoptado por una enfermera.
Fue Sarah Ruane, quien sin pensarlo dos veces, adoptó a Josh. Ambos generaron un vínculo especial cuando se vieron por primera vez y él era tan solo un bebé.
«Solo lo miré, y como creíamos que había nacido ciego, me miró directamente a los ojos. Fue en ese momento que sentí el amor como ningún otro».
El pequeño había ingresado con un mal incurable y era complicado encontrarle una familia, pues muchos niños con su condición sobreviven después de su primer cumpleaños.
Sarah Ruane añadió a los medios británicos lo siguiente: «Simplemente no podía dejarlo solo en el hospital, así que lo adopté y lo llevé a casa».
Hoy Josh tiene siete años y ha desafiado las predicciones de los médicos; sin embargo, su condición médica llamada distrofia miotónica congénita, está haciendo que pierda movilidad muscular.
Por ese motivo, Sarah Ruane se encuentra enfocada a ayudar a que se destinen más fondos a la investigación de la enfermedad. «Necesitamos investigar esta condición completamente devastadora para que podamos encontrar una cura».
La enfermera tiene seis hijos biológicos y tres hijos adoptivos.