El Swissotel, a través de sus redes sociales, emitió un comunicado refiriéndose al caso de dopaje de Paolo Guerrero, quien señaló que durante la concentración de la selección peruana tomó en dicho lugar una infusión de anís contaminado con mate de coca, dando positivo en un control después del partido ante Argentina en octubre del año pasado por las Eliminatorias y por el que sería sancionado, perdiéndose el Mundial de Rusia 2018.
«Debemos precisar que los servicios prestados por Swissotel Lima a la Federación Peruana de Fútbol (FPF), se ha ejecutado cumpliendo a cabalidad con los requerimientos y protocolos de seguridad, nutrición y confort exigidos por la misma FPF en los diversos contratos suscritos con ella», se lee en la la misiva.
Asimismo, indica que atendieron a todas las solicitudes de Guerrero y que «se respondió por escrito un cuestionario enviado por el jugador, que nunca recogió y que entregamos a la FPF».
Afirman, también, que el atacante nacional no pudo identificar «a la persona que supuestamente le habría servido una infusión», pese a que le proporcionaron los nombres de todos los mozos y azafatas que atendieron aquella vez a la selección, además de permitirle entrevistar al referido personal.
En otro punto precisan que a pedido de la FPF se habilita una sala para que los jugadores reciban a sus amigos y familiares. Este espacio -afirma el hotel- «se encuentra fuera del área restringida y no son aplicables los protocolos exigidos por la FPF para el servicio de alimentación y bebidas» y que el «consumo dentro de la sala de visitantes es responsabilidad exclusiva de sus usuarios».
«Nuestra organización ha realizado su propia investigación interna cuyo resultado no respalda las acusaciones que viene realizando el señor Guerrero», sostiene el Swissotel, quien reveló que iniciará acciones legales contra «quienes vienen difamando y amenazando a nuestra empresa».
