De seis balazos fue asesinado un taxista cuyo cadáver fue arrojado entre unos matorrales y su vehículo abandonado, ya que no pudieron llevárselo porque tenía trabagás, en el distrito de Aucallama, provincia de Huaral. Sin embargo, la policía no descarta que el móvil del crimen haya sido una venganza.
El hallazgo del cuerpo se produjo a las 6 de la mañana y fue comunicado a la policía, cuyos efectivos acudieron al lugar al mando del capitán PNP Gilber Mori. El cuerpo sin vida estaba boca arriba, en medio de un charco de sangre seca, escondido entre los maizales de la zona conocida como pasaje Colán, sector del centro poblado Boza de Aucallama.
A pocos metros encontraron la camioneta Station Wagon, color blanco, de placa de rodaje SIW-621.
La víctima fue identificada por unas personas de la zona como Aquiles Alejandro Paredes Almache (50), quien laboraba desde hace veinte años como taxista en Aucallama
“Este crimen no debe quedar impune, pido a Dios que me de fortaleza para ver al culpable”, estas fueron las palabras de la madre de la víctima que con llanto y dolor pidió justicia por su único hijo.
Julia de Paredes (esposa del taxista), señaló que hay un testigo del hecho, y que estaría dando su manifestación a la policía de Huaral.
En estos momentos sus restos vienen siendo velados en el pasaje colán.