Ponerse brackets es una decisión muy importante para mejorar la estética de la sonrisa y la salud de los dientes. Sin embargo, antes de colocárselos es necesario tomar en cuenta ciertos aspectos, a fin de garantizar el éxito del tratamiento.
Como primer paso para iniciar el tratamiento el paciente deberá realizarse un estudio de ortodoncia que consiste en un análisis cefalométrico, radiografía panorámica, fotografías extraorales e intraorales y toma de impresiones. Con todas estas pruebas, el especialista podrá analizar el caso y recomendar el tratamiento más adecuado.
Un segundo punto a tomar en cuenta es que todos los dientes deben estar sanos y sin caries. Esto es fundamental ya que la adecuada higiene oral garantiza resultados maravillosos.
Las muelas del juicio impactadas deben extraerse para poder así realizar con éxito el trabajo que harán los brackets a lo largo del tratamiento.
También hay que analizar el tipo de brackets a colocar: metálicos, que son los más económicos y muy resistentes. Existe la opción de los estéticos, elaborados en resina, cerámico o zafiro. Estos son muy costosos y delicados. También se puede optar por los linguales, que se colocan en las caras posteriores de los dientes y los denominados autoligables, que justamente no usan ligas. Las citas con este tipo son cada dos meses.
Debe saber que durante el tiempo que dure el tratamiento no podrá comer alimentos duros y que sentirá dolor los dos días siguientes cuando se ajusten las ligas.
La higiene oral debe ser muy minuciosa: usar cepillos interproximales, hilo dental y cepillos especiales. Es fundamental cepillarse los dientes 3 veces al día, en especial, en las noches. Usar enjuagatorios exclusivos para ortodoncia, disminuir la ingesta de azúcar, utilizar cepillo en V e hilo dental
Los brackets se pueden colocar a partir de los 10 u 11 años, cuando los dientes permanentes ya están en boca. La duración del tratamiento depende de cada paciente. Cuando es leve 12 meses, moderado 24 meses y severo más de 24 meses.
Recuerde siempre que como los tejidos adyacentes al diente (hueso, ligamentos y músculos) tienen memoria, las piezas tienden a regresar a su antigua posición, por eso es muy importante usar aparatos de contención por algún tiempo. Estos pueden ser fijos, removibles o férulas.
Las personas que no desean ponerse brackets, pero desean corregir los dientes pueden optar por carillas dentales, coronas o prótesis.
También existe la denominada ortopedia, donde se apela a paladares, férulas, que no son muy eficientes y solo se usan en casos leves. También existe el Invisaling: que es una férula transparente, hecha en un laboratorio 4D, solo se usa en casos leves.
Andina