Las poderosas explosiones que la empresa T.P.Ch. realiza en la zona del Puerto de Chancay, tienen aterrados a los pobladores del lugar, ya que las detonaciones se suceden a vista y paciencia de la población, causando terror entre los adultos y pequeños.
Las fuertes explosiones perturban la tranquilidad de los vecinos, quienes además observan el dantesco espectáculo de la lluvia de piedras y polvo que sucede a los estallidos que remecen la tierra y les crean la justificada idea que están dañando la estructura de sus viviendas.
Lamentablemente este fuerte acontecimiento parece no importar ni a los constructores ni a las autoridades, que no se han tomado la molestia de adoptar medidas y acciones para justificarlo ante la población.