En su reciente visita a Huaral, la madre de la candidata Keiko Fujimori, dio a entender que ha superado o simplemente ha olvidado la vejación y el maltrato del que fue víctima por parte de su esposo Alberto Fujimori, cuando expresó: “La vida es muy corta para odiar, por si acaso yo no odio a Fujimori”.
Intentando ser agradable con el público presente, señaló: “Yo soy vecina de más allacito nomás, de Santa Rosa de Sayán. También soy chacarera y comprendo cuánto se trabaja para al final tener pérdida. Aprendí a regar con mis lágrimas y sembrar con mis uñas. Sé lo que sufre un chacarero”.
Finalizó diciendo: “Apoyen a mi hija, yo soy una garantía de que mi hija será una excelente presidenta”.