El verano 2016 se inicia hoy 21 de diciembre, en el contexto de un episodio del fenómeno de El Niño de intensidad fuerte, el más fuerte registrado después de los eventos extraordinarios de 1982-83 y 1997-98, precisó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Los efectos de dicho evento climático 2015-2016 ya resultan evidentes en algunas regiones de la costa del Perú con incrementos de las temperaturas del aire por encima de sus valores normales del orden de +2,5°C -en promedio- desde el otoño del 2015.
No obstante haber alcanzado su máxima intensidad entre noviembre y diciembre, se prevé que sus efectos se hagan sentir durante la fase de disipación a lo largo del verano, cuando presentaría una intensidad moderada. Se esperan temperaturas máximas y mínimas superiores a sus valores normales (hasta +2,0 °C en promedio) a lo largo del litoral.
Como consecuencia de este calentamiento, se prevén precipitaciones sobre lo normal en la costa norte, lo que podría ocasionar incrementos significativos del caudal en los ríos Tumbes (en Tumbes), Chira y Piura (en Piura) y Jequetepeque y Chicama (en Lambayeque), principalmente.
Estas condiciones cálidas y húmedas acentuarían la presencia de algunas plagas que afectarían a los diferentes cultivos instalados, particularmente durante la maduración y cosecha en el mango y la vid.
De otro lado, con respecto al comportamiento de las lluvias en la región andina, los pronósticos tanto dinámicos como estadísticos, continúan confirmando la presencia de déficit de precipitación en la sierra suroccidental, que podrían configurar sequías hacia mediados del verano, con potenciales impactos en la disponibilidad hídrica para cultivos como la papa, maíz, quinua y haba, entre otros.
En la región amazónica, las temperaturas se presentarán dentro de su variabilidad normal, en promedio, presentándose cortos períodos de altas temperaturas acompañados de ausencia de precipitación (veranillos).
No obstante, el comportamiento estacional de la lluvia será cercano a su variabilidad climática con tendencia a ser más intenso en el sector norte y occidente de los departamento de Loreto y San Martín y selva de Huánuco, Pasco, Junín, Cusco y Puno, sin impactos significativos en los cultivos anuales instalados como frutales, café y cacao.
