Un bus de la empresa Costeño que se dirigía de Lima a la ciudad Trujillo mató a 30 cabras y 8 borregos a la altura del km 190 de la Carretera Panamericana Norte.
Pablo Cadillo, propietario del ganado, regresaba de haber pastado en una de las chacras del lugar, por una franja de la pista, sin tener cuidado con la autopista que caminaba junto a sus animales.
El chófer, al parecer no se percató de los animales ,y arrasó con sus vidas en el acto, dejándolos regados en la carretera.
El ganadero entristecido, entre lágrimas clamaba ayuda, que alguien le diga quien le repondría sus animales que eran todo el sustento de su familia.
Hasta el lugar se hizo presente la policía de carreteras y el serenazgo de Barranca que no sabían que hacer ante el penoso cuadro de vísceras regadas.
Las vísceras tuvieron que ser enterradas en el lugar, hubo quienes llevaron restos de los animales para cocinarlos.