Gozaba de un perfecto estado de salud y sin embargo lo sacaron con engaños del penal para llevarlo a un hospital. Dos agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) fueron arrestados por facilitar la fuga de un peligroso secuestrador y homicida, cabecilla de una banda limeña, quien purgaba prisión en la cárcel de Aucallama.
El fugitivo Javier Gutiérrez Villar (30) también era procesado por robo agravado y violación sexual. Lideraba la organización criminal conocida como Los Gallos de Canto Grande, según revelaron portavoces del Ministerio Público.
Gutiérrez Villar purgaba carcelería desde el 2 de junio del 2013. Una patrulla lo arrestó ese día cuando pretendía secuestrar con varios cómplices a un empresario textil, en la discoteca El Refugio, de San Juan de Lurigancho.
El Poder Judicial recomendó que sea confinado en Aucallama por ser un reclusorio de alta seguridad, sin saber que dos funcionarios del INPE lo ayudarían a escapar.
En efecto, según la Policía, los agentes penitenciarios Luis Alberto Rojas Lazo (59) y Daniel Humberto Flores Ríos (26) sacaron al recluso de su celda y lo trasladaron al hospital huaralino San Juan Bautista. Justificaron su acción argumentando que este requería asistencia médica de emergencia por padecer un fuerte cólico.
Pese a tratarse de un individuo de alta peligrosidad, en la sala de emergencia le quitaron los grilletes, situación que fue aprovechada por el maleante para fugar. Los dos agentes involucrados en el caso solo admitieron haber incurrido en un acto de negligencia; sin embargo, los investigadores están seguros de que fueron sobornados por el prófugo.
Los dos trabajadores del INPE involucrados en la fuga son de la región San Martín. Se supo que la Fiscalía habría solicitado el levantamiento de sus secretos bancarios a fin de establecer posibles desbalances patrimoniales.
Hasta anoche, el paradero de Javier Gutiérrez era un misterio
