PEPE RAMOS
En los evangelios según San Mateo capítulo 7 versículo 16, Jesús dice en su sermón de la montaña: “Por sus frutos u obras los conoceréis”, el padre Pepe es como un árbol bueno, que siempre da frutos buenos y los huaralinos hemos tenido la inmensa suerte y el privilegio de haber tenido a un hombre bueno, humilde y manso de corazón, que con inmenso cariño a esta tierra, nos ha prodigado amistad, amor, fe, paz y esperanza.
El padre Pepe, es quizás en estos tiempos esa Rara Avis, esos seres únicos que nos devuelven la fe y la esperanza en la humanidad, sobre a todo a quienes como yo, viven permanentemente en un pesimismo existencial, respecto a la condición humana y en un escepticismo y desamparo absoluto respecto a la humanidad, por carencia de fe. El padre Pepe nos devuelve la alegría de vivir, es un sacerdote humanizado al extremo, contador de chistes empedernido, generoso, bondadoso y siempre dispuesto a seguir el ejemplo de ese maravilloso judío que enseñaba, “que más fácil es que entre un camello por el ojo de una aguja a que un rico ingrese al reino de los cielos”, la opción del padre pepe en favor de los pobres, de los desamparados, de los desposeídos, de los humillados y ofendidos, nos devuelve la esperanza y nos hace ver el lado bueno de la Iglesias católica.
Sus obras quedaran eternamente, como fieles testigos de su magnanimidad, de su compromiso con la educación, la salud y sobre todo de su amor inmenso hacia los ancianos y niños. Su albergue para niños y ancianos, por quien luchó día a día, quedará como símbolo de su grandeza, de su noble corazón, del gran amor por quienes lo han perdido todo, el padre Pepe es la antítesis de muchos clérigos que solo aspiran al boato y la opulencia y porque no decirlo a la codicia. Huaral se queda sin su guía espiritual, sin su pastor, en un momento de crisis no solo económica sino espiritual, con una delincuencia que nos está ganando la batalla, en poca palabras no quedamos huérfanos, en una orfandad absoluta, ya que no estará Pepe con sus sonrisa brillante, con su don de gente, pero nos lega su ejemplo imperecedero, como un sacerdote autentico, siempre dispuesto a luchar por las causas justas, en defensa de los menos afortunados.
Pero el padre pepe no solamente era un guía espiritual, también participaba como coordinador en la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, donde ha tenido un rol protagónico , Pepe era noble y manso de corazón, pero también asumía con energía y carácter cuando la naturaleza de las cosas así lo requería , no se dejaba pisar el poncho por nadie y siempre ha s actuado con valentía en defensa de la verdad y la justicia social ,pero sobre todo en su firme defensa de los pobres , por eso no tengo palabras para rendirle homenaje a un digno discípulo de Jesús, de sus enseñanzas y de su ejemplo.
Querido padre Pepe, con esta sencillas palabras, que estoy seguro no reflejan en lo absoluto toda tu grandeza, he querido testimoniar mi afecto y mi admiración por tu apostolado, como un sincero homenaje de un agnóstico, que te respeta, te admira y te quiere, gracias por todo lo que nos has dado. Hasta Pronto querido padre Pepe, ¡nunca te olvidaremos!