Patricia Robles, una peruana que reside en Israel, relató los momentos de angustia que vivió cuando Irán lanzó misiles balísticos contra el Estado israelí. Desde un refugio de seguridad, describió cómo se vio obligada a resguardarse de inmediato ante los ataques, en medio de horas de tensión y temor generalizado.
El conflicto en Medio Oriente continúa escalando y generando preocupación mundial. Tras el bombardeo iraní, muchos ciudadanos debieron buscar refugio para protegerse. Patricia vive en la ciudad de Petaj Tikva, a solo 10 minutos de la zona metropolitana de Tel Aviv, una de las zonas más afectadas por los misiles lanzados la noche del viernes 13 de junio. En su edificio, cada departamento cuenta con un refugio, reflejo del nivel de alerta permanente ante la crítica situación.
“Parecía que reventaban sobre mi cabeza. Se podían ver las luces naranjas en todo el cielo”, contó a Latina. “Ayer hemos pasado una noche terrible porque el ataque empezó en la madrugada del jueves para viernes y luego se fueron dando en la noche, 8:30, 9:00. No hemos salido del cuarto seguro por unas 6 a 7 horas”, agregó con evidente preocupación.
Peruana atrapada en medio del conflicto Israel-Irán
Patricia vive desde hace un año en Israel junto a su esposo israelí, relató cómo vivió los momentos de tensión tras los recientes ataques con misiles. Aunque suele viajar con frecuencia a Perú para visitar a sus hijos, esta vez no pudo hacerlo debido al cierre del aeropuerto y a los estallidos cercanos a su ciudad. Pese al funcionamiento del sistema de defensa Cúpula de Hierro, no todos los misiles fueron interceptados. Mientras tanto, su familia seguía con angustia las noticias desde Lima.
“Mi hija me pide ‘mami, por favor regresa, es muy peligroso’, pero el aeropuerto estaba cerrado. Mi pasaje a Perú está programado para el 16 de julio y le digo ‘no sé qué hacer’”, comentó. Robles asegura que sus familiares están muy preocupados por la incertidumbre y los riesgos que enfrenta a diario.
Aunque las autoridades israelíes no han proporcionado cifras oficiales, medios locales informaron que se han causado 78 muertes y más de 320 heridos. En respuesta, la Cancillería iraní rechazó los llamados a la moderación y justificó el ataque como parte de la escalada provocada por Israel.
