La familia de Ashley Vargas, la joven alférez que desapareció el pasado 20 de mayo durante un vuelo de instrucción en Pisco, departamento de Ica, podría interponer una denuncia penal contra la Fuerza Aérea del Perú (FAP) por el presunto delito de homicidio simple. Así lo confirmó el abogado y familiar de la piloto, José Ocampo, en diálogo con RPP.
En horas de la tarde del lunes 2 de junio, a casi dos semanas de la desaparición de Ashley, el representante legal confirmó que la denuncia se basa en la falta de entrega de información técnica clave por parte de la institución, tanto sobre el estado de la aeronave como sobre los sistemas de emergencia a bordo.
“La Fiscalía, en su momento, ha solicitado toda la información para transparentar toda la operación en la que falleció —porque prácticamente es un hecho que ha fallecido— la alférez FAP. Nosotros hemos pedido, como un tema central, que transparenten los mantenimientos del avión, el tema de los asientos, a través del fabricante, quien da la certificación (…) y, sobre todo, de los pirocartuchos», declaró.
Familiares denuncian posibles fallas en la aeronave que piloteaba Ashley
Según información brindada por la familia de Ashley Vargas, uno de los factores que podrían haber cobrado relevancia en su desaparición son las fallas en los sistemas de eyección del avión que piloteaba la joven alférez. De acuerdo con el abogado, si dicho mecanismo falló, Vargas no pudo abandonar la aeronave ni activar su geolocalización manual, la cual llevaba consigo en el bolsillo de su uniforme.
A seis minutos de iniciado el despegue, que partió desde la Base Aérea de Pisco con destino a la isla Zárate y, posteriormente, a la Laguna Grande, Ashley se comunicó por última vez con la torre de control de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A. (Corpac). Después de ello, la comunicación se perdió.
“Si tienen la certificación de Martin-Baker, que la exhiban (…) El tema de los asientos es crucial. Los pirocartuchos, que son lo que eyecta el avión, no se habrían activado. Al no producirse eso, Ashley no habría eyectado. Y solo Ashley podía activar su geolocalizador una vez que se encuentra en el mar o en la superficie terrestre, porque es un tema manual”, acotó José Ocampo.
FAP intentó que el padre de Ashley no hable con la opinión pública
José Ocampo también denunció que la Fuerza Aérea también intentó restringir que la familia de Ashley no se comunique con la opinión pública. Especialmente el padre de la joven alférez, quien actualmente se encuentra en Pisco buscando a su hija.
«La comunicación con la familia, lamentablemente, siempre fue cero. Lo que les preocupó fue callar al padre. Lo internaron en la villa y le dijeron que no tenía que dar declaraciones. Cuando recién empezamos a dar comunicaciones, (la relación) se resquebrajó de tal manera que mi primo tuvo que salir para tener libertad de acción”, relató.
Según Ocampo, la Fiscalía Provincial Corporativa de Pisco ha iniciado una investigación preliminar por presunto homicidio culposo. Sin embargo, el abogado no descartó que el caso pueda agravarse. “Si no demuestran que esos asientos estaban debidamente certificados y no se pudo accionar en su momento, será otra la categoría que deba tener esto, por dolo eventual”, advirtió.
En esa línea, la FAP ha respondido a las acusaciones sobre los posibles fallos de la aeronave, señalando que el vehículo KT-1P presentaba condiciones operativas adecuadas antes del vuelo y desestimando las afirmaciones que lo califican como obsoleto.