Tras más de 12.500 años extinto, la empresa Colossal Biosciences asegura haber logrado revivir al lobo gigante o terrible (Canis dirus), una especie que se hizo especialmente conocida en todo el mundo a través de la serie Game of Thrones. De gran tamaño y fuerza, el “lobo huargo”, como se llamaba en la producción de HBO, era el emblema de la Casa Stark y uno de sus protagonistas, Jon Snow, se convierte en amigo inseparable de un ejemplar albino, Fantasma.
La empresa estadounidenses de biotecnología e ingeniería genética Colossal Biosciences ha conseguido que, tras más de 10.000 años desde que uno de estos lobos gigantes poblase nuestro planeta, nazcan tres ejemplares a los que les han dado nombres con un gran significado: Rómulo y Remo, dos cachorros de seis meses que representan a los dos hermanos que, según la mitología, fundaron Roma, y Khaleesi, una hembra que homenajea a la Madre de Dragones, Daenerys Targaryen.
Rómulo y Remo nacieron el 1 de octubre gracias a modificaciones genéticas derivadas del uso de ADN encontrado en fósiles de entre 11.500 y 72.000 años. Los ejemplares han sido gestados por dos perras comunes: tras extraer células madre de la sangre de un lobo gris, los científicos modificaron 14 genes e introdujeron el núcleo de estas células editadas en óvulos que previamente habían sido vaciados de su contenido genético; los embriones resultantes se dejaron crecer en el laboratorio y posteriormente fueron implantados a las perras. Por tanto, no son lobos gigantes en sí, sino una simulación al reconstruir el genoma del animal extinto.
La noticia ha sido adelantada por la revista Time y, a través de la red social X, la empresa estadounidense ha compartido las primeras imágenes de los ejemplares: “Estás escuchando el primer aullido de un lobo gigante de más de 10.000 años”, publicaron junto a un vídeo de los dos animales.
El empresario Ben Lamm y el genetista de Harvard George Church, que fundaron la compañía en 2021, señalan que es “un gran avance para la ciencia, la conservación y la humanidad”, ya que una aplicación potencial de esta tecnología sería la preservación de especies actuales en peligro de extinción.
Diferencias entre el lobo común y el gigante
Por el momento, la empresa encargada de la “desextinción” del Canis dirus no ha proporcionado detalles sobre el procedimiento llevado a cabo ni las similitudes reales con los verdaderos lobos gigantes. Aunque deberá esperarse a la publicación de un estudio científico revisado por expertos independientes (revisión por pares, un estándar de calidad dentro de la comunidad científica), la revista Time ha adelantado algunas de las particularidades de los ejemplares.
El más característico es, sin duda, su tamaño: Rómulo y Remo son más grandes que los cachorros de lobo gris o común de su misma edad (seis meses). En este tiempo han crecido hasta 1,20 metros y pesan aproximadamente 35 kilogramos, pudiendo llegar a una altura de 1,80 metros y un peso de 68 kilogramos. Además de esto, los científicos han destacado que los ejemplares modificados genéticamente muestran un comportamiento de rechazo hacia la presencia humana, incluso con respecto a sus cuidadores.