Desde la supresión de derechos y la discriminación, hasta los drásticos recortes estatales y el discurso polarizante, las razones por las que algunos estadounidenses eligen vivir en México son diversas, pero tienen un mismo origen: las políticas del presidente Donald Trump.
La migración hacia el país vecino se intensificó durante la pandemia con los «nómadas digitales» en la capital mexicana. Pero el regreso de Donald Trump a la presidencia les dio a algunos el argumento definitivo para no volver, y a otros una razón para irse. Aquí algunos testimonios:
Retroceso de Estados Unidos:
Tras vivir en Ciudad de México desde 2020, Tiffany Nicole, de 45 años, valoraba retornar a Chicago para reencontrarse con su hija, pero la victoria del republicano frustró sus planes.
«En noviembre, estando en Chicago, esperaba a ver qué pasaba en la elección, tuve oportunidad de conectar con mi familia. Ahora veo si la puedo sacar del país», dice antes de romper en llanto.
Decidió emigrar tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía en mayo de 2020. «Siendo una persona negra, ya no me sentía segura en mi país», afirma Nicole.
Ella es consultora fiscal y tiene, entre sus clientes, a otros expatriados estadounidenses. Decepcionada del «sueño americano», ha decidido quedarse «cuatro años más» en la capital mexicana.
«Estados Unidos está retrocediendo en los derechos civiles y de la comunidad LGBT, los precios de las medicinas están por las nubes. Están impactando la vida de todos», argumenta.
Apenas asumió la presidencia de EE.UU., Donald Trump suprimió los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que, según él, conducían a una «discriminación ilegal e inmoral».
Discriminación en Estados Unidos:
En la era Trump, los «ataques por ser afrolatino, extranjero o gay» se multiplicaron, denuncia Lee Jiménez, un neoyorquino de 38 años, instructor de yoga e influencer, que dejó su país en 2022.
«Ahora veo las microagresiones: Estuve en Los Ángeles, fui a un hermoso restaurante con amigos, que también son morenos, y nos sentaron atrás cuando había espacio en la parte más linda», reclamó.
De padres dominicanos, acusa al presidente estadounidense de «fabricar historias» y le reprocha que haya cancelado políticas y programas para la comunidad LGBT, cuando volvió al poder.
Como se recuerda, el magnate mandatario promulgó decretos que reconocen solo dos sexos, masculino y femenino, y restringen los procedimientos de transición de género para menores de 19 años.
«Vivir en México ha sido muy sanador. Estados Unidos ya no es lo que era, el sueño americano ha desaparecido», sostiene el influencer, que «no me veo viviendo nuevamente en Norteamérica».
Estadounidenses huyen por «una mejor vida»
Oscar Gómez, consultor en gestión de empresas de 55 años, ya consideraba dejar Estados Unidos, pero Trump aceleró sus planes. Con siete maletas y su perro, llegó a la capital mexicana.
«Cuando ganó Trump, a quien no apoyo, pensé que era el momento. Su primera presidencia fue tan estresante. Cuando veo las noticias de EE.UU., estoy feliz de estar aquí», cuenta el hijo de mexicanos.
Vivía en un departamento con una vista privilegiada de San Francisco, pero sus ingresos mermaron luego de que el republicano canceló los programas DEI, con los que tenía diversos contratos.
«Es irónico: mis padres fueron a Estados Unidos en busca de una mejor vida y ahora yo vengo a México por la misma razón», dice, al describir este país como «una oportunidad llena de posibilidades».
Aunque no descarta regresar, piensa quedarse en México por varios años más. «Soy optimista, creo que Estados Unidos sobrevivirá a Donald Trump, aunque habrá cambios, será más difícil».
Polarización de Estados Unidos:
Jessica James, «J.J», y quien por su trabajo en una firma pesquera vive entre Ciudad de México y Alaska, confiesa que Trump agotó su último «incentivo» para quedarse en Estados Unidos.
«Siento que la principal razón es lo que está pasando en la política (…). Es desalentador y terrible, ver cuánta gente votó por Donald Trump», comenta la mujer de 40 años a la agencia de noticias AFP.
Nació en San Diego, pero su familia materna es mexicana y ella creció en Alaska, un estado conservador y republicano, partido con el que no comulga, porque «no han cambiado mucho las cosas».
«Pero lo cierto es que hay una gran polarización en las redes sociales, en los medios», subraya Jessica James, quien tiene una nueva ilusión y no es el ‘sueño americano’, sino nacionalizarse mexicana