El gobierno de Donald Trump ha decidido paralizar temporalmente el financiamiento destinado a Perú para la lucha contra el narcotráfico, mediante un decreto que congela la ayuda exterior por 90 días mientras se lleva a cabo una reevaluación. El ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, confirmó esta suspensión, la cual afecta significativamente el apoyo de 630 millones de dólares pactados con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) hasta 2030.
En un comunicado del Departamento de Estado, se argumenta que «Estados Unidos ya no va a repartir dinero a ciegas sin ningún beneficio para el pueblo estadounidense». El secretario de Estado, Marco Rubio, enfatizó que cada dólar debe justificar su gasto en términos de seguridad, fortaleza y prosperidad de EE.UU.
La cooperación entre ambas naciones se remonta a 1981, cuando se desarrolló un acuerdo histórico orientado a combatir el narcotráfico y la producción de cultivos ilícitos, específicamente la hoja de coca. Durante el período 1995-2000, la asistencia de EE.UU. Resultó en una notable reducción de hectáreas dedicadas al cultivo de coca.
A pesar de la paralización, Schialer se mostró optimista respecto a que la ayuda en temas críticos de seguridad nacional no se verá afectada, aunque advirtió que sectores como salud y educación podrían sufrir las consecuencias de este cambio. La comunidad internacional observa con atención este nuevo rumbo en las relaciones bilaterales.