Totalmente indignada, la señora Carmen Ansieta Paz, presidenta del centro poblado de Lumbra, expresó su gran preocupación por los riesgos que corre su pueblo de ser afectado por un huaico, ante el inicio de la temporada de lluvias, sin que se haya construido ninguna protección para salvaguardarlos de ese peligro que ahora mantiene asustada a la población.
Dijo que tienen un expediente técnico que ganó en el presupuesto participativo y que se trata de una población de 400 a 500 personas que permanentemente viven ahí y que piden al alcalde que haga el muro de contención para protegerlos de una fatal eventualidad.
También señaló que tienen el grave problema del agua, porque no cuentan con dicho elemento y el que usan de los canales ahora esta turbia por las lluvias y que además tiene Arsénico y que incluso hay estudios que los pobladores ya lo llevan en su organismo y que llama la atención que el alcalde siendo médico no se preocupe de esta situación, porque la afectación a los niños es evidente, ya que padecen de sarpullidos y granulaciones.
Mostró documentos presentados muchas veces desde el 2023 (15 en total), pidiendo que la municipalidad de Huaral les lleve agua en cisternas, siquiera para cocinar, pero nunca lo han hecho, ni por emergencia ni por humanidad. “Es responsabilidad del alcalde, que no ha hecho nada al respecto y que solo la Otass nos atiende esporádicamente”, indicó.
Dijo que todos los documentos han ingresado por mesa e partes y están dirigidos al alcalde, pidiendo también seguridad, pues en la zona hay robos y hace poco se produjo un asalto a un restaurant por parte de 2 individuos que se desplazaban en una moto lineal. Hicieron disparos al aire que impactaron en las calaminas del local y no hay ninguna atención de seguridad por parte de la policía. También entraron a robar a un colegio y se robaron tablets y cosas de valor.
“Hay un total abandono de parte de nuestras autoridades. En algún momento el alcalde llegó para su campaña y hasta jugó fulbito. Dijo que no se iba a olvidar y que lo apoyaran, pero nada. Yo vengo pidiendo cita para conversar con él, desde el año pasado, y no me la dan. Lumbra tiene más de 50 años y es un pueblo abandonado, un pueblo fantasma. Hay robos, extorsión y nadie hace nada. Es tierra de nadie. Yo tengo un año y medio esperando que me escuchen y nadie responde”, manifestó con justificada impotencia e indignación.