La noche del último martes, en Gilgit-Baltistán, una región montañosa en el norte de Pakistán, un autobús con 25 pasajeros que regresaban de una boda cayó a un río. Según las autoridades locales, hasta este miércoles se han recuperado 14 cadáveres, mientras que 10 personas siguen desaparecidas.
Wazir Asad Ali, uno de los rescatistas que participó en las labores de búsqueda, informó que la única sobreviviente del accidente es la novia, quien fue rescatada con vida y trasladada a un hospital de la provincia. «La novia está fuera de peligro», dijo Ali, aunque el dolor de la tragedia permanece para las familias de las víctimas.
Naik Alam, un alto cargo policial en la región, aseguró que el accidente podría haber sido causado por un exceso de velocidad. «El conductor perdió el control del vehículo en una curva peligrosa», explicó Alam, destacando el alto riesgo que hay en las carreteras de la zona.
Las autoridades continúan con la búsqueda de los desaparecidos y se espera que las investigaciones arrojen más detalles sobre las causas del accidente.
Pakistán enfrenta una alarmante tasa de mortalidad en sus carreteras, especialmente en áreas montañosas, debido a la precariedad de las vías, la débil regulación del tráfico y la conducción imprudente, factores que contribuyen a este tipo de tragedias.