Alejandro Martínez, de 36 años, sabía que era adoptado, pero nunca tuvo curiosidad por saber sobre sus raíces hasta que nacieron sus hijas. Sin embargo, jamás imaginó que al encontrar a su verdadera madre se enteraría que fue robado del vientre el 16 de diciembre de 1987.
La mamá de Alejandro estuvo buscándolo toda su vida, hasta que él dio con ella tras una intensa búsqueda de 48 horas. Treinta y tres años más tarde, lograron darse ese abrazo tan esperado y comenzaron a cerrar la herida. Sus padres adoptivos siempre pensaron que su madre biológica lo dio en adopción porque no podía cuidarlo.
Sin embargo, esa información era totalmente falsa. Nélida, la madre de Alejandro, reveló que fue engañada en el momento del parto. Fue llevada por una asistente social a una clínica privada de Posadas, Argentina, donde vivía con su familia, dos días antes de la fecha en la que debía nacer su hijo.
La interminable búsqueda de su madre para encontrar a su hijo
Desde ese momento inició una travesía de 33 años de dólar y lucha para recuperar a su hijo. “Ella iba todos los días a los hospitales donde le decían que estaba, a los juzgados pidiendo que me devuelvan, pero nadie le daba bola”, contó Alejandro en diálogo con TN. Luego, denunció a la asistente social por haberle robado a su hijo, pero en 1990 la Justicia la absolvió.
“Vinieron a vivir a Buenos Aires, durante el día trabajaba y a la tarde me buscaban, hasta el 94′ cuando tuvieron que volver a Posadas. Después, ella cuando podía iba y venía de Buenos Aires a Posadas, hasta que se fue poniendo más viejita y ya no podía viajar tanto”, detalló con ternura Alejandro.
Alejandro sabía que era adoptado desde que tenía memoria, pero no sabía la verdad
A los 18 años, Alejandro recibió una carpeta con toda la documentación de su adopción, pero no la abrió ya que no se sentía preparado hasta el nacimiento de sus hijas. “El 12 de abril de 2021 me entregó la capeta y ahí encontré los papeles del juicio de mi adopción. Además, había una denuncia de Nélida, mi madre biológica, hacia la asistente social que me había dado en adopción, en donde pedía mi devolución”, detalló.
“Ahí mismo encontré un recorte de diario El Territorio, en donde decía ‘Resuelven que un niño continúe viviendo con sus padres adoptivos a pesar de que su madre biológica hizo una denuncia con el fin de recuperarlo’”, agregó al medio citado. “No podía creer que había una denuncia de una mujer, que era mi madre, que pedía mi devolución”, contó.
Alejandro tras enterarse de toda la verdad, decidió buscarla a través de las redes sociales y dio con su paradero. El primer contacto fue por videollamada y luego se encontraron en la casa de su madre biológica. “Ella siempre dejaba un plato de más en la mesa. Mi familia biológica es muy católica y siempre terminaba su rezo con mi nombre. Hasta que, bueno, un día pude ocupar ese lugar y comer en ese plato que siempre me esperó”, zanjó emocionado.