El desalmado «Monstruo de Huacho» volvió al hotel del terror, lugar donde acabó con las vidas de las hermanas Inocente Ocaña de 18 y 16 años.
Tras realizar las diligencias, este sujeto con chaleco antibalas y usando mascarillas por el fuerte edor, caminó hacia la habitación 407 y al pararse en el umbral se resquebrajó sufriendo una crisis nerviosa.
Dos agentes que resguardaban lo contuvieron y trasladaron hacia una silla donde permaneció ante la atenta mirada de los participantes.
«Estaba con crisis y shock por la impresión de ver la habitación en un ch4rc0 de s4ngr3, donde cometió el espeluznante hecho contra las hermanitas», indicaron
Tras estos hechos de salud en el principal sospechoso, la diligencia se frustró y por ende no concluyó con dicha actividad que es determinante para establecer las circunstancias de los hechos.
ENARDECIDA POBLACIÓN CASI LINCHA A MONSTRUO
Los indignados pobladores y algunos familiares de las víctimas, estuvieron durante algunas horas, esperando en la parte externa del hotel, mientras coreaban drásticas sanciones para el sujeto. Incluso no faltaron los que pretendían hacer justicia con sus propias manos, desconfiando de las autoridades y la policía.
Como se sabe, el sujeto desde el momento de su captura lucía imperturbable y sin dar muestras de arrepentimiento, pero según señalaron extraoficialmente, durante la reconstrucción hasta sufrió un desvanecimiento, producto de ir asimilando la gravedad de su malsana conducta.
Al final de la diligencia, el asesino tuvo que ser sacado con una gran protección policial, que incluso se vio obligada a lanzar bombas lacrimógenas para protegerlo de la justificada ira de los parroquianos y familiares presentes, que gritaban se le condene a la pena de muerte o cadena perpetua. En su impotencia hasta lanzaron piedras contra la policía.