En los días recientes, personajes escudados bajo perfiles falsos de Facebook cuya honorabilidad deja mucho que desear, se han dedicado a levantar calumnias, infundios y murmuraciones sobre personas conocidas de la localidad de Huaral, con el único interés de dañar y perjudicar su imagen.
Con total desparpajo, hipocresía y mala fe, dicen esto y aquello, buscando que los demás se enteren de las mentiras que inventan y abrigan en su corazón, deleitándose y sintiendo placer con el fastidio e incomodidad que ocasionan a sus víctimas.
A través de las redes , esta clase de chisme malintencionado se ha vuelto social en Huaral, perjudicando no solo a personas adultas, sino también adolescentes y en el colmo de la insania, han sido involucrados hasta los niños.
Es preocupante el aumento de esta forma de intimidación indirecta, mediante la difusión de rumores o mentiras acerca de otra persona a través de los medios de comunicación social. Puede convertirse fácilmente en bullying, ocasionando efectos negativos sobre la salud mental, emocional y el desarrollo social de los afectados.
En los medios sociales, los rumores pueden convertirse rápidamente en acoso cibernético, pues dan origen a comentarios insultantes y al engendro de historias humillantes. Esta forma de vulgaridad, debe parar.