Ocho niños y 12 adultos habrían sido sacrificados en honor a un hombre de elite hace unos 800 o 1.200 años, dijeron el martes arqueólogos que descubrieron en enero los restos en fardos de algodón en un complejo preinca al este de Lima.
Los restos estaban fuera de una tumba subterránea donde los arqueólogos de la Universidad San Marcos de Perú hallaron en noviembre una momia atada con cuerdas en posición fetal y con las manos cubriendo la cara, y con ofrendas como cerámicas, residuos de vegetales y herramientas de piedra.
La momia encontrada el año pasado sería de un hombre de clase alta, de acuerdo a los estudios preliminares del complejo arqueológico Cajamarquilla, una zona polvorienta rodeada de barrios pobres a unos 20 kilómetros de Lima.
El arqueólogo Pieter Van Dalen, que también es profesor de la Universidad San Marcos, dijo que los niños y adultos, algunos momificados y otros como esqueletos, estaban envueltos en varias capas de textiles como parte de las antiguas prácticas rituales y de la cosmovisión que tenían las sociedades prehispánicas.
“Para ellos la muerte no era el final, sino un tránsito hacia un mundo paralelo donde vivían los muertos”, dijo el experto en una conferencia de prensa. “Pensaban que las almas de los muertos se convertían en protectores de los vivos”.
Pieter Van Dalen afirmó que este tipo de entierros ya se ha encontrado en otros lugares del país, entre ellos el del Señor de Sipán, un rey preinca de unos 1.700 años que fue descubierto hace más de tres décadas, junto a niños y personas adultas que fueron sacrificadas para acompañar al personaje principal.
“Esto es lo que justamente nosotros pensamos y planteamos en el caso de la Momia de Cajamarquilla, que habría sido enterrada con estas personas, que en el caso de los niños sobre todo habrían sido previamente sacrificados”, afirmó el arqueólogo.
“Como parte de los rituales, se ha encontrado evidencias de violencia en algunos de los individuos”, agregó.
El complejo de Cajamarquilla ocupa un área de 169 hectáreas donde se levantan restos de construcciones de cuatro pirámides, entre otras edificaciones como muros en forma de laberinto, y según los expertos es la segunda ciudad de barro más grande del país después de Chan Chan en el norte.
Yomira Huamán, parte del equipo de arqueólogos, dijo que junto a algunos de los fardos funerarios habían artefactos musicales como la zampoña, un instrumento de viento de origen andino de varios tubos de madera a modo de flautas.
“Según las investigaciones la Momia de Cajamarquilla sería un hombre de aproximadamente 35 años. Este personaje no tenía ningún órgano, es decir fue eviscerado después de su muerte”, dijo Huamán, quien contó que aún se analizan los restos para determinar si es “limeño” o si provino de los Andes.
Se cree que Cajamarquilla fue una zona de comercio y enlace entre la costa central y la región andina del país, señaló.
“La zona del complejo sólo ha sido excavada el 1%”, manifestó. “Creo que Cajamarquilla tiene mucho mas que decir, mucho mas que hablar”, indicó Huamán en la conferencia.
Perú alberga cientos de sitios arqueológicos de culturas que se desarrollaron antes y después del Imperio Inca, que dominó hace 500 años la zona austral del continente cubriendo desde el sur de Ecuador y Colombia hasta el centro de Chile.