Cada vez con más frecuencia, las personas desean informarse acerca de todas las implicancias que trae consigo la variante ómicron y otros linajes del coronavirus que circulan en diversos países del globo. Los expertos han ido respondiendo una serie de preguntas complicadas y ahora surge una nueva: ¿podemos bañarnos normalmente mientras estamos enfermos de COVID-19?
Primero, hay que precisar que faltan posturas oficiales porque no hay un estudio científico referente a la prohibición de darse un duchazo en el proceso viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, disponemos de algunos datos sobre este aspecto que son importantes para la etapa de cuidado clínico, desde el día uno en que aparecen los síntomas de ómicron, delta o cualquiera de las versiones.
El Dr. Luis Antonio Pacora Camargo, médico especialista en salud pública, citó en su canal de YouTube un estudio de la Universidad de Colorado publicado en la revista mBio. En aquella ocasión, los investigadores examinaron 50 cabezales de ducha y se llevaron más de una sorpresa.
Determinaron que había microorganismos del tipo Mycobacterium avium, la misma familia de agentes patógenos relacionados con la tuberculosis y otros males, capaces de entrar en las vías respiratorias y complicar el proceso de contagio con una neumonía.
Además, tomar una ducha genera cambios en la temperatura corporal, lo que desequilibra el medio externo e interno. El organismo se concentra en luchar contra la infección por coronavirus, pero como los sistemas endocrino, neurológico e inmunológico intentan compensar las alteraciones entonces la evolución del paciente podría perjudicarse.
Al contrario, la Asociación Española de Vacunología (AEV) sostiene que no hay una comprobación específica como para saber si bañarnos traerá consecuencias negativas.
SEGÚN LA OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por otro lado, en su artículo “Consejos para la población acerca de los rumores sobre el nuevo coronavirus”, aseveró que bañarse con agua caliente de ninguna forma protege contra la pandemia de COVID-19.
“Con independencia de la temperatura del agua de la bañera o la ducha, la temperatura corporal continuará siendo de 36,5 °C a 37 °C. De hecho, si el agua está muy caliente puede uno quemarse”, se apunta.
La entidad de la ONU recalca que la mejor forma de prevenir la COVID-19 es lavarse las manos y no tocarnos los ojos, la boca o la nariz después de haber tenido contacto con alguna superficie.