Un terremoto de magnitud 7,2 sacudió Haití el sábado, dejando al menos 227 muertos y derrumbes de edificaciones en este país caribeño, que aún no se recupera del devastador sismo del 2010 y que padece una severa crisis política y social.
El sismo, que hizo temblar las casas y obligó a la población a buscar protección tuvo su epicentro a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe, según del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El terremoto ha dejado al menos 227 muertos, «de los cuales 158 fueron registrados en el sur», informó la agencia de Protección Civil del país caribeño, que anteriormente había dado un saldo de 29 muertos. También hay «cientos de heridos y desaparecidos», subrayó.
Hospitales en las regiones más afectadas por el sismo ya estaban viéndose en dificultades para proveer atención de emergencia y al menos tres centros de salud en las localidades de Pestel, Corailles y Roseaux estaban totalmente abarrotados de pacientes, según Jerry Chandler, director de Protección Civil.
Christella Saint Hilaire, que vive cerca del epicentro, dijo a la AFP que «muchas casas están destruidas» y que «las réplicas siguen produciéndose».
«Las casas y los muros que las rodean se han derrumbado. El tejado de la catedral se derrumbó», aseguró por su parte Job Joseph, residente de la ciudad de Jeremie, en el extremo occidental de Haití.