La COVID-19 también afecta a los niños y adolescentes, siendo que durante la pandemia, del total de fallecidos por la enfermedad, 1080 son menores de edad.
Durante la primera ola, los pequeños con coronavirus presentaban en su mayoría problemas respiratorios y las edades de afectados fluctuaban entre los 5 meses de nacido y los 5 años. No obstante, la situación se complicó en la segunda ola, indicaron los médicos del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN)
«En la segunda ola sí hubo un ligero cambio, teníamos niños un poquito mayores, niños en etapa escolar, mayores de 6 y 7 años, incluso algunos adolescentes», explicó Alberto Romero, director general del INSN de Breña.
Según Romero, si bien los casos descendieron de forma importante, la llegada de la tercera ola podría traer consecuencias.
Además, consideró que es importante los paseos y otras actividades por la salud mental de los niños, pero recomendó que se deben tomar todas las precauciones, incluyendo la vacunación de los padres.
“La salud mental en los niños también es importante. El hecho de tener tanto tiempo encerrado a un niño, enclaustrado a un niño también afecta su salud mental. Por eso es importante, a pesar de todo tomar las medidas necesarias y salir a un campo abierto en la medida de lo posible y si se va a juntar con algunos chicos a jugar, manteniendo su mascarilla y distancia”, sostuvo.
Según la revista The Lancet, uno de cada 100 niños perdió a sus padres por muertes relacionadas a la COVID-19. Con ello, el Perú se convierte en uno de los países con la más alta tasa de huérfanos en el mundo, con 98 975
