La vicuña destaca en el Escudo Nacional como símbolo de la fauna autóctona peruana y motivo de orgullo por poseer una de las fibras más finas del mundo. A continuación, conoce a este camélido silvestre de gran importancia socioeconómica y cultural para la población altoandina de nuestro país desde tiempos ancestrales y que está protegido por la legislación nacional e internacional.
Las vicuñas son los camélidos altoandinos más pequeños en relación a la alpaca, llama y guanaco, dado que tienen una altura de 1.80 metros, una longitud de 80 centímetros y pesan entre 40 y 50 kilos.
Su color característico es beige o marrón claro (de ahí proviene el nombre vicuña) con el lomo blanco en la zona central y las patas, con variaciones que dependen de las zonas geográficas donde habitan. Otros individuos tienen un mechón pectoral largo de color blanco.
Las vicuñas tienen las patas largas y delgadas, terminadas en almohadillas, aptas para caminar sobre varios tipos de superficie, incluso pedregosa. Esta especie vive en el altiplano, a más de 3,200 metros sobre el nivel del mar, con clima frío y seco. Como los otros camélidos es herbívoro y se alimenta de las plantas que crecen en la puna.
Según el último censo de vicuñas, realizado en 2012, existen 208,899 ejemplares en el territorio peruano. Se estima que esa cantidad se haya duplicado en la actualidad y está pendiente un nuevo censo.
Las regiones donde habita la vicuña son Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lima, Moquegua, Pasco, Puno y Tacna.