Un temor persistente, incontrolable y desmesurado frente a los movimientos sísmicos es uno de los síntomas de la fobia a los temblores: la tremofobia, problema que puede llegar a alterar sus relaciones sociales y familiares.
Así lo manifestó el médico psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental Abel Sagástegui, quien dijo que la tremofobia o miedo irracional a los sismos, muy poco conocida, puede ser incapacitante para la persona que la padece.
De acuerdo con el médico, la tremofobia se enmarca dentro de lo que se conoce como fobias simples, entre las cuales aparecen el miedo a los payasos, a los insectos y a los espacios cerrados.
Para el especialista, la ansiedad es una respuesta normal del organismo que nos prepara para defendernos frente a una amenaza. Pero, ¿en qué momento este miedo se convierte en perturbador?
Sagástegui explica que si una persona entra en pánico severo o manifiesta una ansiedad desmedida, se podría hablar ya de tremofobia y estos síntomas podrían durar por lo menos seis meses.
La tremofobia puede incapacitar a la persona cuando esta “empieza a tener cambios de conducta, menos voluntad para hacer las cosas, menos energía, tiende a aislarse, a estar más irritable y sus relaciones sociales suelen afectarse considerablemente”, remarcó el psiquiatra.
El médico resaltó que las técnicas de relajación y el ejercicio físico pueden ayudar a controlar los trastornos emocionales, pero es importante acudir a un profesional especializado para un mejor resultado. Además, se debe evitar ver programas televisivos que alteren la tranquilidad emocional y lo más recomendable es pasar más tiempo con la familia, conversando o realizando algún tipo de actividad que ayude a despejar la mente.