El tocosh, considerada como la penicilina natural de los Andes por su poder antibiótico, es la papa fermentada en agua, cuyo olor penetrante contrasta con sus extraordinarias propiedades nutracéuticas.
El tubérculo fermentado contiene hierro, vitamina D, C, B6, magnesio y potasio, sustancias que transforman a este producto en la penicilina natural al curar enfermedades como ulceras, gastritis, problemas respiratorios, caída de cabello, posibles enfermedades a la piel y evitar la osteoporosis.
El tocosh ,para que pueda llegar a ese estado, pasa por un cuidadoso proceso en el que las papas se colocan en un pozo de aproximadamente un metro de profundidad cerca de una corriente de agua como acequias y riachuelos. El pozo debe cubrirse con paja y piedras para que el agua no mueva el contenido.
El proceso de fermentación dura aproximadamente un mes y medio (aunque puede variar). Luego se retiran las papas y se dejan secar por tres días. Cuando el tocosh está listo, su pulpa puede ser preparada de distintas maneras.
Solo hay un pequeño detalle que le ha dado una mala fama. La fermentación provoca un olor muy particular, que para muchos es desagradable. Pero no debemos dejarnos engañar por las apariencias, o mejor dicho por los olores, ya que sus propiedades te harán olvidar su olor.