Hoy, todos los Huaralinos tenemos un nudo en la garganta que no nos deja respirar, ante el triste fallecimiento de una joven madre y su bebé de apenas meses, quienes perdieron la vida calcinados en un amago incendio.
Es difícil entender aún esta triste situación, que hoy no solo enluta a una familia, sino que enluta a toda una Provincia, quienes sentimos el dolor ante esta irreparable pérdida.
Este siniestro comenzó durante la tarde, como un juego de niños según nos contaron los familiares de los deudos, sin pensar que le arrebataría la vida a una madre con su pequeño bebé.
La madre con ese espíritu de proteger a su cría como una leona, aparentemente se quedó atrapada sin encontrar ninguna salida, se aferró a su bebé y así ambos murieron.
Los hombres de rojo antes de enterarse de la lamentable noticia, trabajaron aún con la falta de agua tratando de apagar el siniestro, sin imaginarse que dentro de los escombros yacían los cuerpos de la joven madre abrazada a su bebé.
La escena de encontrar a ambos fallecidos fue dolorosa, bomberos, policías, serenos, vecinos y los periodistas, no podíamos ocultar el dolor, buscábamos respuestas, y nos preguntábamos el por qué de esa situación, ella perdió la vida muy joven y él recién comenzaba a vivir, ninguno merecía esa muerte.
Solo nos reconforta la idea que ambos se han ido juntos, ella lo protegió y sabemos que su bebé será guiado por una mujer que lo cubrió con su cuerpo y trató de salvarlo.
Huaral está de luto, nos unimos al dolor de la familia.
Vuelen alto angelitos.
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