El politólogo Fernando Tuesta, señaló que si los votos blancos y nulos superan los dos tercios del total del electorado, sí se pueden anular las elecciones, pero es prácticamente imposible que ocurra.
“Lo más próximo sucedió el año 2000 cuando Alejandro Toledo se retiró y Fujimori fue elegido presidente con el 30 % de la votación. Esto fue considerado como fraude. En la práctica es muy difícil que ocurra y solo ha sucedido en distritos muy pequeños con poca cantidad de electores”, explicó.
Para mayor precisión, dijo que se trata del 67 % de los votos emitidos durante el proceso electoral. A su vez señaló que entre los 2 candidatos que hoy pasan a la segunda vuelta, suman el 34 % y es la cifra más baja de la historia.