Suena duro oír o ver un titular así, pero es la realidad, los más vulnerables terminaron siendo los más afectados de la pandemia, al no recibir ya las visitas de aquellos ciudadanos, que llegaban con toda la buena onda para alegrarles el día, también quedaron atrás, aquellos paseos de escuela en los que te enseñaban la importancia de tener a un abuelito.
Esos días quedaron en el olvido, triste y lamentable, no poder visitarlos por el temor a contagiarlos, porque sí, ellos se pueden ir en un abrir y cerrar de ojos, este virus no mide, no calcula, solo arrebata y mata.
Pero, no todo es tristeza, estos adorables abuelitos, están en las manos de las hermanitas del albergue “San Juan Bautista de Huaral” personas de buen corazón, que hacen que sus últimos días sean de provecho y tranquilidad, brindándoles amor, compañía y calidad de vida.
Exactamente, calidad de vida, esa que muchos no tenían, algunos quizás en la calle y mientras que otros olvidados por sus familiares, quienes simplemente dejaron de buscarlos, dejándolos con el corazón herido.
Muchos pensamos en el presente y poco en el futuro, lamentablemente todos llegaremos a ser abuelitos, por esa razón, debemos mostrar más empatía con ellos, pasar tiempos con los nuestros en casa, este virus está arrebatando a lo más preciado que tenemos poco a poco y es nuestra familia.
Quizás estas líneas pondrán tristes a cualquiera, así como yo, al escribirlas, pero podemos ayudar desde casa, ¿Cómo? las hermanitas del albergue San Juan Bautista reciben todo tipo de ayuda, así que podemos contribuir con estos abuelitos, enviándoles postres, galletitas, frutas, alimentos que nosotros creamos que alegraran su estancia en el albergue.
Puedes comunicarte con las hermanitas por la página oficial de Facebook del Albergue San Juan Bautista de Huaral.