Sin lugar a duda, las fresas (frutillas) son las reinas de las bayas, ricas y coloridas, adoradas por los niños y nutricionalmente son todo ventajas.
Contienen pocas grasas y pocas calorías, un alto contenido en fibra, vitaminas, antioxidantes, minerales y ácido fólico, que la convierte en una fruta necesaria durante el embarazo.
No es raro que uno de los “antojos” de las embarazadas sean precisamente las fresas, además de por sus propiedades por su exquisito sabor.
También entre las propiedades de las fresas se encuentra la vitamina B5, vitamina W o ácido pantoténico, esencial para la vida y la vitamina B9 o ácido fólico, que actúa en la formación y maduración de las proteínas estructurales y hemoglobina.
Beneficios de las hojas y raíces de la fresa
Más allá de la delicia del fruto, debemos recordar que las fresas también tienen hojas y raíces y estas reúnen una serie de propiedades que hace que se utilicen como planta medicinal:
- Son diuréticas y antirreumáticas, aunque para que sea realmente efectivo tendríamos que tomar entre tres y cuatro tazas diarias.
- Tienen cierto efecto antiinflamatorio que puede actuar sobre el intestino y, en el caso de raíces cocidas, sirve para disminuir las inflamaciones artríticas.
- Son astringentes por lo que beber su infusión, especialmente si es de hojas secas, es útil contra los problemas gastrointestinales.
- Las hojas machacadas y aplicadas sobre la piel constituyen un buen remedio para evitar las arrugas.
Además de ser deliciosa, la fresa también es considerada como la ‘reina de las frutas’ en occidente, debido a sus bondades.