En una entrevista a un medio nacional, el flamante ministro del Interior Gastón Rodríguez, negaba que los agentes de la Policía Nacional hubieran utilizado perdigones para dispersar a los manifestantes de la marcha, en el Centro de Lima.
Pero la inocultable verdad es que sí se usaron perdigones, en grandes cantidades y disparados a quemarropa al cuerpo de los manifestantes. Dan fe, el fotógrafo Alonso Chero y el videoreportero José Manuel Romero del diario El Comercio, que resultaron heridos por perdigones que lanzó la policía mientras ellos cubrían la marcha nacional contra la gestión de Manuel Merino.
Ambos llegaron sangrando a la clínica Internacional, con residuos de perdigón incrustados en su cuerpo. A Chero le dispararon por la espalda y la prueba irrefutable es su camiseta agujereada y bañada en sangre.