Luego de ver las imágenes de la trompada que el joven Carlos Ezeta Gómez le propinó al congresista Ricardo Burga, miles de peruanos empezaron a respaldarlo a través de las redes sociales, exigiendo su inmediata liberación, indicando que se trata de un sentimiento nacional de admiración por el joven, frente a la indignación que produjo a la Nación, el Golpe de Estado propiciado por el Congreso de la República.
“La reacción del joven le ha devuelto la dignidad a nuestro pueblo, que ha visto con impotencia cómo nuestra clase política es capaz de aprovecharse de la ´Democracia´, para sus oscuros intereses personales”.
Mientras tanto el joven, escribió: “Estoy bien en la comisaría de San Andrés. No tengo ningún arma, ni nada. Esa acción fue por todos los peruanos y peruanas. No me arrepiento de nada. Luchemos para recuperar nuestra democracia.
Gracias por sus mensajes. “Estaré desconectado hasta que todo esto se solucione. Ya tengo un abogado que me ayudará con este asunto. Gracias a los que se contactaron con mi familia para ayudarme. No necesito dinero ni nada, solo quiero lo mejor para mi país”.