Desde hace un tiempo atrás, un individuo deambula por las calles del centro de Huaral, generando malestar entre los transeúntes y comerciantes, ya que muchas veces, en forma prepotente, solicita le donen dinero o algo para comer, incluso lo toma por sus propios medios.
Sin lugar a dudas, padece de alteraciones mentales, pues en ocasiones camina totalmente desnudo, con el evidente temor de jovencitas y menores de edad.
Lo que no resulta comprensible, es el hecho de que ninguna autoridad ni institución haya tomado cartas en el asunto, como la policía, el hospital o la subgerencia de salud y sanidad, permitiendo con su indiferencia que este orate continúe circulando por la vía pública, cuando debiera estar internado en algún centro especial.