Como si se tratara de objetos o esclavos, una empresa dedicada a la agroexportación, obligó a 20 de sus trabajadores a esconderse en un depósito de basura, mientras se producía una inspección de agentes de la SUNAFIL (Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral).
El hecho se produjo en la empresa Bio Fruto SAC, en Chancay, provincia de Huaral, donde los trabajadores fueron recluidos contra su voluntad. Sin lugar a dudas el objetivo era evitar que ellos respondan a cuestionamientos de los inspectores, acerca de las condiciones laborales en las que desempeñan su labor.
Esta irregularidad es sin lugar a dudas, muy grave, pues a la situación irregular de los trabajadores, que no figuran en planilla, se suma la falta grave de obstrucción a la labor de inspectoría que desarrollaba la SUNAFIL.